¿ Por que Ayax ?
El nombre de nuestra Asociación, tiene sus orígenes en la mitología griega.
Nuestra Escuela al dedicarse y destacarse principalmente en el aspecto deportivo no tuvo mejor manera que reflejarse en la historia antigua de la humanidad, y principalmente en la cuna del deporte mundial.
Sin descuidar el aspecto marcial del Taekwondo, creemos que el acercamiento al aspecto deportivo resalta primordialmente los principios elementales de nuestro arte marcial.
Creyendo que la forma de afianzar los principales valores que nos ofrece el Taekwondo, es a través del aspecto deportivo, nos volcamos principalmente a la competencia ya que en ella encontramos la manera más sana y efectiva de poner en práctica nuestros conocimientos, y auto evaluarnos en un ambiente totalmente controlado.
Nos vimos representados en la figura del héroe de la mitología griega: Ayax, ya que en su historia se plantea una situación especial, donde se reflejan distintos aspectos de la naturaleza humana.
La gloria, el respeto, la independencia, la individualidad, la autosuficiencia, el honor, la soberbia, la traición y la tragedia son aspectos que se confluyen a diario en nuestras vidas. La sociedad actual no difiere mucho de la época homérica, lamentablemente se han perpetrado muchos de sus aspectos negativos.
A continuación les presentaremos una breve reseña de la leyenda del gran héroe de Sófocles...
Ayax "el Grande"
Ayax cargando el cuerpo fallecido de Aquiles
Ayax, hijo de Télamon y de Hesione, fue un legendario héroe de la mitología griega, el más poderoso después de Aquiles.
Al nacer fue cubierto por un manto hecho de piel de león otorgado por los dioses, el cual le proporcionó una fuerza insuperable, siendo esa su principal arma.
El principal aspecto de la personalidad de Ayax “El Grande”, era su autosuficiencia e independencia de los dioses, en una época en que todos los grandes guerreros veneraban y glorificaban a los Reyes del Olimpo, él se destacaba por su constante rebeldía e irreverencia a la figura de los Dioses.
Esto le provocó el desprecio de los Dioses por la constante falta de respeto a su autoridad, pero principalmente por su impotencia para dañarlo, ya que la fortaleza que este tenía, lo hacía prácticamente invulnerable.
Ayax y Aquiles jugando a los dados durante la guerra de Troya Se embarcó a la mítica Guerra de Troya al mando de 12 navíos acompañado de su hermano Teucro. Fue héroe en dicha guerra y compañero de armas del mismísimo Aquiles.Al punto de ser el encargado de llevar su cuerpo fallecido al campamento griego tras su muerte a manos de Paris.
Tras la desaparición de Aquiles, los Dioses deciden otorgar sus armas y su armadura forjada en oro, al mejor Guerrero aun existente. Siendo inobjetable la posición de Ayax como el mas apto para recibirlas, los Dioses, en reprimenda a su constante actitud deciden otorgársela a Ulises.
Ante la injusticia producida por los Dioses, Ayax entra en un estado de locura y no encontrando respuesta por la injusticia, se suicida arrojándose sobre la espada de Héctor.
En cuanto a las armas, causa de todo el drama, una leyenda dice que, durante el viaje de regreso de Ulises, cayeron al mar y el oleaje las empujó hasta la tumba de Ayax, en Tróade; el destino le daba lo que los Dioses le habían negado.
Mas tarde en Troya las recogería Alejandro Magno, descendiente de Heracles por parte de padre y de Aquiles por parte de madre.
No ser el primero era, para él, no verse ya valorado, y el dolor de no haber podido obtener las armas se fusionaba con el hecho de no poder darle muerte a sus ofensores.
El fraude que sus propios ojos habían presenciado, le daba la plena libertad para tomar la decisión más honorable para él. Y la muerte voluntaria por el filo de una espada borraría el insulto del que había sido protagonista.
Para él sólo contaba el honor.
El fraude que sus propios ojos habían presenciado, le daba la plena libertad para tomar la decisión más honorable para él. Y la muerte voluntaria por el filo de una espada borraría el insulto del que había sido protagonista.
Para él sólo contaba el honor.
Prof. Matías G. Rojas
